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El placer de conocer a Boyacá

El placer de conocer a Boyacá

El Departamento de Boyacá reviste un interés histórico en Colombia por ser una región donde se libraron batallas que determinaron la independencia del país. Es un vocablo chibcha que se traduce como “región de mantas” o cercado del cacique”.

Cuando las culturas indígenas e hispana de la región de Boyacá se amalgamaron, emergió una nueva cultura, con abundantes manifestaciones artísticas, gastronómicas y religiosas. Su artesanía se basa en la cerámica, cestería, orfebrería, torno, decorado y tejidos de lana. Su alfarería (Ráquira) va desde la elaboración de utensilios domésticos, hasta objetos de culto. Mientras los productos de la cestería, dependen de la fibra vegetal que se utilice (fique, esparto, caña de castilla) con productos como revisteros, canastos, alpargatas, tapetes, portacajuelas, paneras, baúles y papeleras. En cuanto a los productos tejidos de lana estos corresponden a guantes, bufandas, cobijas y ruanas y se realiza en Monguí, Iza y Cocuy. Otros detalles de la artesanía de Boyacá (Ráquira y Chiquinquirá) es el torneado y/o  talla de la tagua o marfil vegetal, con la producción de juegos de ajedrez, joyeros o trompos; con otras tallas en diferentes materiales como carbón, piedra (Moniquirá y Sogamoso) y  madera (Duitama, Villa de Leyva y Zetaquirá). Además,  la producción cerámica vidriada (Chiquinquirá) que produce hermosos floreros, jarrones y ceniceros.

Departamento de Boyacá

La Gastronomía de Boyacá es un deleite para los sentidos, con una profusión de colores, aromas y sabores, que la hace una de las mejores de Colombia. Entre los platos más representativos se encuentra el famoso cocido boyacense con ingredientes como las costillas de cerdo y res,  pollo, papas amarillas y rojas, mazorcas de maíz y habas; servido con aguacate y arroz. Otros platos son el arroz tapado y el guiso de cordero. Pero cuando se trata de sopas, el Mute, la sopa de criadillas de cordero, cuchuco de maíz, sopa de pan en cazuela, mazamorra y mondongo son las más conocidas. Otras ofertas gastronómicas son las almojábanas de Paipa y el bocadillo veleño con queso; además  del chupe de papa, papas chorreadas, tamal boyacense, cuajada con melao; bocadillo de guayaba, dátiles de Soatá. Y cada bocado se puede acompañar con bebidas de data tan lejana como la chicha y el guarapo de maíz; así como con el masato de arroz o el agua de panela.

Pero es en la danza y la música, donde Boyacá se distingue de otras regiones de Colombia, con manifestaciones tan tradicionales y folclóricas como la Guabina, el cual puede ejecutarse en pareja o en coreografías, mostrando una historia de cortejo amoroso. El Torbellino es un baile que se desarrolla con la figura femenina girando rápidamente  como trompo alrededor de la figura masculina, mientras se entonan coplas. Los  instrumentos musicales de la región, son: Cajas de resonancia como el Tiple y el Requinto; la Carraca (mandíbula de asno o vaca con dentadura floja); el Capador (instrumento indígena antiguo formado por canutillos de caña de castilla y otros como la Guaracha, Pandereta y la Guacharaca.

Entre los mitos y leyendas de Boyacá, transmitidos oralmente desde hace siglos,  se pueden mencionar  la de Fura Tena  y Zarbi, que narra la infidelidad y las lágrimas convertidas en esmeraldas; Bochita, predicador de preceptos morales y enseñanzas a los chibchas; el Pozo de Donato; el Cucacuy; Pájaro Caxin; y Perro de San Francisco (espanto que aterrorizaba a la gente).
El vestuario en Boyacá se transformó desde  las faldas de telas de algodón listado de muchos colores que usaban los chibchas, con el uso de una pequeña manta sobre los hombros llamada liquira (mujeres)  y de un poncho de lana largo (hombres); hasta la conformación de la actual  vestimenta típica boyacense, con  influencia europea. El traje del campesino boyacense es pantalón de dril, camisa de algodón, alpargatas, sombrero de tapia pisada y ruana de lana; mientras que la vestimenta femenina es una falda de algodón con amplios vuelos, blusa de algodón con bordados, pañolón, sombrero de caña, y alpargatas blancas atadas con listones negros. Con su herencia cultural, histórica y arquitectónica, Boyacá es, además,  una región de hermosos paisajes y atractivos turísticos; entre los se pueden citar:

Pueblos coloniales como Villa de Leyva, Iza, Ráquira, Mongui.

Villa de Leyva: es patrimonio de arquitectura colonial y monumento nacional. Con el placer de caminar por sus calles adoquinadas; la visita al museo paleontológico o caminar por la Plaza Mayor, la Casa de Licores, la Casa de Antonio Ricaurte (quien se inmoló por la causa libertaria en Venezuela); la casa de Antonio Nariño (prócer de la Independencia) y Convento del Santo Ecce Homo, entre algunos de los destinos locales.

Plaza de Villa de Leyva

Ráquira:
Pueblo artesanal y pintoresco por la profusión de colores en sus viviendas y calles; provee de hermosas artesanías en cerámica y alfarería, cestería y orfebrería.

Monguí: Fue declarado como el Pueblo más Lindo de Boyacá en 1980. Su actividad económica, además del turismo, gira en torno a la fabricación de balones. Entre los sitios que no pueden dejar de visitarse por ser monumentos nacionales con bellas arquitecturas,  está la Basílica Menor de Nuestra Señora de Mongui; el Convento de Los Franciscanos; la Capilla de San Antonio de Papua y el Puente Colonial de Calicanto.

Iza: Es un pueblo de arquitectura colonial  que ha conservado su contenido histórico, como su ancestro prehispánico, su arte rupestre, mitos, leyendas y tradiciones. En el oficio de tejer algodón y lana, mantiene prácticas y utiliza  telares de la época medieval española. Entre sus atractivos turísticos se encuentra el Museo Arqueológico de Sogamoso y Monumento a los Lanceros del Pantano de Vargas.


Ecoturismo en Nevado del Cocuy, Lago de Tota, Páramo de Ocetá:

Laguna de Tota: Hermosos paraje, rodeada de pintorescos pueblos como Iza, Cuitiva, Tota y Aquitania; famosa por la pesca de truchas arco iris y la práctica de deportes acuáticos.


Lago de Tota


Nevado del Cocuy: La Sierra Nevada del Cocuy posee una de las lagunas y de los valles más bellos de Colombia. Es reservorio de agua y la riqueza ecológica se da por la fauna y flora de los diversos biomas, encontrándose desde dantas de páramo hasta tigrillos y osos frontinos y la maravilla del cóndor de Los Andes.

Páramo de Ocetá: Es un delicado ecosistema que ofrece bellos paisajes mientras se hace senderismo. La belleza y armonía de su entorno lo ha catalogado como el páramo más bello del mundo.

Ocio, descanso y relax en las Aguas Termales de Paipa e Iza.

Aguas Termales de Paipa: Paipa es un pueblo turístico, conocido por sus aguas termales con beneficios terapéuticos; como por su agradable clima y bellos paisajes, que ofrece descanso y recreación. Genera productos típicos como el pan de yuca y la amojábana.

Aguas termales de Iza: Las aguas termales de Iza tiene balnearios con contenidos de azufre y otros con contenido de hierro

Otros atractivos turísticos:

Chiquinquirá: es la segunda ciudad de Boyacá y e sede de peregrinaciones religiosas a Nuestra Señora del Rosario, patrona nacional, en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, considerada como la basílica más bella del mundo. Produce instrumentos de cuerda de música folclórica andina.

Chiquinquirá


Puente de Boyacá: Punto histórico y turístico sobre el río Teatinos, es un monumento en honor a la Batalla de Boyacá, durante la Independencia; cuando los Generales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander se enfrentaron al ejército realista, ganando la batalla.
 
La oferta de boyacense para el disfrute de la región es un obsequio al turista que desee sumergirse en las bondades y bellezas de su diversa topografía, historia y  arquitectura con un intercambio cultural que marcará sus recuerdos felices por siempre en un antes y un después de la visita a Boyacá.

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